-Trae eso, tío!, que te quito peso.
-No puedo más, sigue tú (decía el más joven completamente cansado).
-Que no, chaval! Esto lo estamos haciendo juntos y yo no te dejo. Tú, corre, tío, tú, corre! No me jodas, que nos van a coger! Venga, vamos, un poco más, sólo un poco más- decía Javier, el mayor de los dos, mientras ayudaba al más joven, Juan, cogiéndole por el brazo para sostenerle e impulsarle.
Por detrás sus perseguidores estaban a punto de doblar por la misma calle que los dos habían tomado momentos antes. Ya casi alcanzaban a verlos, y el jaleo y bullicio que causaba la gente al paso de sus perseguidores, hacían suponer lo peor. Estaban a punto de cogerles.
Juan estaba ya a punto de rendirse; sus piernas no le respondían y su respiración jadeante, parecían indicar el principio del fin de su aventura. Soltándose de un brusco tirón de la mano de Javier, con las pocas fuerzas que le restaban, exclamó, casi gritando estas palabras:
-No puedo más, Javier! No te das cuenta?
En su pecho, el corazón le estaba a punto de estallar.
-Venga, por Dios, Juan! Un último esfuerzo, que ya no nos queda nada. Mira!, si ya casi estamos. No ves el aparcamiento del parque? -decía, con una mezcla de sudor, lágrimas e impotencia, Javier.
-Que no puedo más!-dijo Juan, ya trastabillándose a punto de caer. No puedo más, joder! Da igual que me cojan a mí, sigue tú! Como no pare me va a dar algo. Lo siento Javier, sigue tú! Por mí no te preocupes, estaré bien. -y puso fin a su escapada.
Sus perseguidores ya estaban a punto de coger a Juan, que andando ya muy despacio estaba casi parado, sofocado y al borde de un infarto.
Javier, todavía corriendo y echando una mirada atrás, secándose las lágrimas y el sudor, tomó un nuevo impulso, quizá por el miedo a poder ser también atrapado.
-Sigue! Sigue! -se oían a lo lejos ya los gritos de Juan.
Javier siguió corriendo a un buen ritmo con las fuerzas que aún le quedaban y, apenas tres minutos más tarde, atravesó en solitario la banda de llegada a la meta. Sin duda había sido la maratón más dura de su vida.
Juan, tuvo que retirarse. Pero en una de las últimas instantánea de ese evento, aparece fundido en un abrazo con Javier, con la medalla de oro de éste entre sus dientes.
GaDe 19/10/2013 sujeto a modificaciones.
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