martes, 15 de octubre de 2013

Anda y dímelo, mi niña!

Qué verán las mariposas,
que sí te ven, presurosas
se posan en tu mejilla?
Anda y dímelo, mi niña!

Y qué tendrá tu hermosura
que al mirarla te captura,
cual brillante que más brilla?
Anda y dímelo, mi niña!

Y qué me dices del viento?,
más fresco y dulce es tu aliento!
Acaso no es maravilla?
Anda y dímelo, mi niña!

Si siente celos la brisa
de tu fragancia y tu risa!
Y los enfados que pilla?
Anda y dímelo, mi niña!

Y el azul de tu mirada?,
que ni una isla soñada, 
puede ofrecer en su orilla!
Anda y dímelo, mi niña!

Y qué decir de tu luz,
que es signo de la virtud!,
o, al menos, ahí se encasilla.
Anda y dímelo, mi niña!

Y el rubio color de pelo,
que hasta del oro es anhelo,
tono y olor manzanilla?
Anda y dímelo, mi niña!

Y esa belleza en tu boca,
que al escultor le trastoca,
y te hace un molde en arcilla?
Anda y dímelo, mi niña!

Y el carmesí de tus labios,
que a los rubíes son agravios,
y les lleva a la rencilla!
Anda y dímelo mi niña!

Y cuando sale al oriente,
el mismo Sol, si te siente,
va y se esconde y se maquilla!
Anda y dímelo, mi niña!

Coqueta como ninguna!
Por qué te envidia la Luna, 
si en nada le eres mancilla?
Anda y dímelo, mi niña!

Pues para evitar los celos,
te llevó Dios a los cielos!
No lo supiste en persona?
Dímelo en alma, mi Ilona!

GaDe 16/10/2013  a su niña, a mi niña, a nuestra Ilona! Dedicado a Teresa Sofía Wieszczak y a Edyta Wieszczak, 


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