sábado, 28 de enero de 2017

Vivir..., ¿y no morir en el intento?...

Vivir..., ¿y no morir en el intento?...

Vivir..., ¿y no morir en el intento?...
De niño, ya lo intenté,
y doy fe que fracasé,
porque aquel niño está muerto.

Y es que vivir... ¿qué es vivir?...
sino morirse en un cuerpo:
yo arrastro dos funerales;
y asistí a tres nacimientos:
Ya he llorado a un pobre niño,
y a un joven, como en su entierro;
hoy voy sufriendo a un adulto
que gruñe, ya, como un viejo;
y entre disgusto y disgusto,
no gusto de lo que tengo.
Yo vivo ya... por morir...;
vivo, del todo, incompleto,
pues no guardo las edades,
solo de niño fui pleno
(fijándome en las carencias
que, entonces, no me recuerdo).
Ya, mi vivir, no es vivir...,
mi vivir es sólo un reto:
es vivir versus morir,
y viceversa, pues creo
(es versus: hacia; no contra):
dos acciones, un trayecto:
nacemos para morir,
morimos para lo eterno;
mi carne tendrá un final;
mi alma, un nuevo comienzo:
hoy me reparto entre ambas;
y es vivir, saber que muero,
y es morir, saberme vivo,
luego, más tarde, y muy lejos.

Si la vida es plenitud,
no ha de bastarnos con esto:
¡Busquemos todos la Luz,
camino de la virtud,
que es el peaje hacia el cielo!

Mientras tanto, amigo mío,
vivo llenando el vacío
que van dejando mis muertos.

GaDe 28/1/2017