Mariposas de cristal
En la atalaya que a mis pies se quiebra,
percibo los piropos que son balas,
y anuncian que este mundo sigue en guerra.
Yo, que quedé lisiado en las alturas,
peor que un jubilado centinela,
me asomo para ver avanzadillas
de algunos que aún aguantan y pelean.
Y observo que en el aire hay mucho polvo
de vidrio que brillando forma estelas;
e intento aguzar más la mirada
por ver esos detalles de belleza;
y ¡viendo, sorprendido, me horrorizo!,
pues puedo oler la muerte si se acerca;
y oigo como estallan en el aire,
emblemas de la paz que no concuerdan;
cayendo kamikazes, hechos bolas
de fuego, igual que aviones en barrena.
Y digo: no es posible tanto espanto;
mirando, los prismáticos me queman;
pues creo conocer los contendientes,
pero éstos se disfrazan, y me enervan:
¡Son mariposas de cristal de vuelos cortos!
que liban sólo sangre en sus poemas...
Tenían por misión el advertir
peligros y enemigos de la Tierra;
mas chocan en el cielo en su aleteo;
se disparan a las alas entre ellas...
Sin fuerzas... o esperanza en el amor...,
se aturden, sin remedio, sus cabezas,
pues son unas ansiosas del elogio,
y se hinchan como sapos, y se ciegan;
y así..., como el cristal, se hacen pedazos,
igual que el corazón del que alardean.
GaDe 22/9/2015 basura poética