jueves, 24 de septiembre de 2015

He aquí otra cuestión

He aquí otra cuestión:

Masturbarse, o no masturbarse...:
Esta es otra de las cuestiones que forman parte de una existencia miserable.
¿Qué es masturbarse...? sino rendirse a la soledad, y a los instintos de la carne...
¿Deshagogarse, sin más...; desahogarse sufriendo...; sufrir, tras desahogarse...?; o nada de lo anterior, sino complacer los apetitos que el cuerpo exige o le complacen...
¡Eléctricos embates!
Disfrute en el que se nos niega la virtud del sexo pleno con la pareja en un instante...
¿Será este mal por siempre...? ¿Es inmutable...?
Todos los solitarios dicen que lo hacen; ¡Oh, pobres hombres despreciables!
Fuego interior, que en edad en todos arde...
¿Cuántos contrarios se desencuentran con ese mismo mal, cruzando, sin más, sus miradas en las calles...?
Quizá se halle la solución en entregar el cuerpo a quien en ti no tiene parte...
¿Será mejor satisfacer los instintos del momento;
o esperar, inquebrantables, a la dicha, en una espera de respuesta al ideal, próxima; o venidera...?
Allá cada cual como lo quiera...
Pero parece ser una de las peores realidades, verse condenado a la desdicha de vivir para siempre en ese trance.
¡Desgraciados son los hombres y mujeres que no pueden controlarse!
¡Oh! ¿qué es esto para el verdadero ser del ser, sino gran parte...?
Y ¿de qué hablaba Shakespeare sino del ser o no ser, por no vivir y así caer al tener que masturbarse...?


¿El manco...? 24/9/2015

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