Sentado estaba en un banco,
y ha pasado un pajarito
con una bolsa con cables
cortados en pedacitos.
Yo me he metido en sus plumas,
y desde su buche escribo;
¿te importa...?, a mí si me importa,
yo soy de su cobre mismo.
El mundo, hoy, da de lado
a los que pían sin brío;
¡Pobre pájaro enjaulado
en un mundo de caprichos!
Pero ¡es libre! me dirás;
es libre, yo lo suscribo
pero en sus patas la liga
le impide hasta un triste trino.
¿Qué liga aún me preguntas...?
La liga del consumismo;
la misma que tú alimentas
con los tuyos y conmigo.
¡Gorrión que bajito vuelas,
y que vas dando saltitos!,
¡ten cuidado con las suelas
del hombre!; ¡cuídate, amigo!
GaDe 15/9/2015
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