Del azul de tus ojos se viste el cielo;
Por tu rubio de pelo se bruñe al oro:
Y aun siendo, tú, mi amor, sólo a Dios adoro,
y es , Él, quien te tiene, quien me da el consuelo.
De tu falta, mi pena, de ti mi anhelo;
le pido por tu alma y me inunda el lloro,
que te cuide y te ame a Dios le imploro,
e impulso a la oración a que inicie el vuelo.
Mi Señor, mi Jesús, mi Maestro, Amigo:
Tú eres el que eres, serás, y siempre has sido,
intermedia por ella y que esté contigo.
No lo dudo, lo sé, y estoy convencido,
de cómo es tu Amor y sé lo que te digo:
En nombre de Jesús, Padre, yo te lo pido.
GaDe 12/10/2013 elegía y oración
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