Pocas cosas permanecen para siempre
Pocas cosas permanecen para siempre,
ya que todo material siempre es caduco;
mas no así lo espiritual que, aunque latente,
permanece aun más allá del mismo mundo.
La existencia espiritual es evidente;
lo asegura el corazón que no es confuso;
y a las almas ¿quién las niega como entes
que a la muerte ejercerán un cierto influjo...?
Y dirás: ¿Influirán...? ¡No se sostiene!;
yo te digo: Se sostiene; aquí yo arguyo:
Pues las almas en su juicio se defienden;
yo aprovecho, y al Juez mando mi saludo.
Otra cosa que por siempre permanece,
es aquello que es verdad, porque es seguro;
no lo falso que ni está ni se refiere
como propio de lo eterno. Aquí concluyo.
GaDe 11/8/2015 a Yeshúa, el Señor
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