Mi querida mariposa, aún te recuerdo;
yo también vuelo en zigzag por esta vida,
y aún persigo aquella estela de tu cuerpo
entre sueños, o en nostalgias a ti asidas.
Quizá siento lo que tú andarías sintiendo,
porque fuiste como yo, pero en yo misma,
con la fuerza y el carácter que da el Cielo;
tú marchaste a devolverlo a tu partida.
Yo también quise mandarlo todo al cuerno
al pensar que nada se me arreglaría,
y hasta incluso redacté mi testamento,
poco antes de creer que ya me iba.
Yo también subí a lo alto de un gran cedro,
y salté de rama en rama estando arriba;
yo también quise volar sin tener alas;
mas a mí... sí se me abrió un paracaídas.
GaDe 6/8/2015 a I.T., mi paracaídas
No hay comentarios:
Publicar un comentario