Lidiar en la vida
Dejaré que cada instante me sorprenda,
y cual niño, jugaré cuando me toque;
no consiento ya que nada me sofoque
de la vida, en su patética contienda.
Nunca es tarde para el hombre darse a enmienda,
procurando a su existencia un nuevo enfoque;
¿viene el toro..? por los cuernos, o al estoque;
y más tarde, que nos sirva de merienda.
No nos demos al afán, ¡nunca jamás!;
¡mira el mundo! como altercan cuando bregan
porque muchos ya no saben ni parar...
Los problemas son momentos, nada más;
y en la vida sus cornadas siempre llegan;
mas ¡qué malo es no templar al torear...!
GaDe 9/8/2015
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