Allí donde tú estás quiero llegarme,
hurgando en lo mejor de nuestra historia,
tenerte para siempre en la memoria,
y ser tú cual mi ángel al mimarme.
Mas eso no me toca adjudicarme
pues es cosa de Dios, a Él la gloria!,
mas sí que el Dios de Amor y de victoria,
por su gran compasión quiera a ti darme.
Pues sé que para Dios no hay imposible
y lee los corazones de sus santos
y da tal cual Él cree, y es infalible.
Por eso es que al llegarle mis quebrantos,
pudiera ser que hiciera eso factible
pasando a dar consuelo a tantos llantos.
GaDe 7/3/2014
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