Muy mal ejemplo doy en lo mundano,
y en nada celestial, tú no me mires!,
por más que quieras verme, no suspires
por quien es perro muerto en vida, insano.
Despierto en la mañana muy temprano,
y mucho hablo del cielo en mis decires,
mas no merezco que oigas ni que admires
al que habla, no soy digno al soberano.
Mas fija tu mirada en Jesucristo,
que Él sí podrá ofrecerte testimonio
de todo lo de Dios porque le ha visto.
Él sólo de la iglesia es matrimonio
e Hijo del mismo Dios y puente, insisto,
del hombre, su aprendiz y patrimonio.
GaDe 2/3/2014 a Jesús, Hijo de Dios
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