No digas que me fije cuando actúas,
pues no encuentro verdad en tus acciones;
tú siempre estás juzgando y evalúas
tal cual lo ves en ti, sin más cuestiones;
por eso mira en ti y no me corrijas
pues obro como soy, sin objeciones,
así que hazme el favor, no me dirijas
queriendo hacer de mí a otra persona,
pues nunca la verás, y no te aflijas.
El hombre sólo cambia si gestiona
su lado espiritual, pues de otro modo,
no puede ni sabrá cómo funciona
o que hace al ser humano único en todo.
GaDe7/3/2013 a los incorregibles correctores de vidas
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