Atrasas Tú diez grados a la sombra,
y paralizas al Sol pendiendo en hilo,
sujeto con tu Espíritu Divino,
en el reloj de Acaz se ve tu obra.
Cómo podré entender lo que Ezequías
llegó a pensar al verse en tal suceso?!
No es único pues hay ejemplo extenso
de un mismo acontecer todos los días.
Y así queda mi mente ensimismada,
en cierta comunión con lo inefable:
La Gloria sea a Dios, Padre Adorable!
Qué hacer sino alabarte, oh Dios del alma!?
Nadie podrá explicar lo inexplicable
si no le inviste fe el favor de Dios,
que nadie muestre orgullo, y menos yo,
pidamos por ser más siendo esto dable.
Mas sí pudiera henchirme de Palabra,
pues no hay tan exquisito y buen bocado,
que lo que en tanto idioma ha perdurado:
el Verbo en Jesucristo, tal cual habla.
GaDe 11/4/2014 a la Gloria del único
y verdadero Dios, Jehová (Yahvéh)
Ha sido Él
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