Guirnaldas sobre las nubes,
quiero que adornen tu pelo,
aureolas santas suben
a tus santos sus deseos.
Quién pudiera ahora abrazarte
cual padre humano, lo anhelo!,
un brazo sobre Jesús
el otro sobre tu cuello.
Y juntar así las caras
diciendo: te amo, te quiero;
y llenarme en tu mirada
y en tu sonrisa de Bueno.
Y decir: gracias Hermano,
fuiste un valiente, un guerrero;
cómo pudiste aguantar
tanta maldad en silencio?
Y dar brincos y descalzo
dar saltos mientras que juego
a ser pájaro volando
con tu permiso en el cielo.
Quién pudiera Padre Santo?
Y sin embargo, lo siento,
a la par que Tú me dictas
yo sólo escribo y me dejo.
Pero, Jesús, mírame!,
si estoy llorando y contento,
dime: cómo puede ser?
Ya paro y retomo aliento.
Quién dice que Dios no existe?
Por favor, no sea necio;
que pida sentir tan sólo
lo que he sentido en un verso.
Derrama tu gracia Padre,
alumbra a Cristo te ruego,
y perdónanos por Él,
Hijo de Dios, Yahvéh Eterno!
GaDe 12/4/2014 a ti Dios
(Padre, Hijo y Espíritu Santo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario