Un impulso nocturno me lleva a pelearme,
saliendo a las arenas de este circo romano,
las fieras son los hombres, yo sólo un ciudadano,
y quieren por cristiano al parecer devorarme.
Mas nadie se equivoque que estoy bien preparado,
y bien sé del por qué yo estaré sólo en victoria;
soy gladiador de hinojos y, a Dios sea la gloria!,
no me hace falta espada, de Espíritu sobrado.
Es cierto que es intenso y un duro entrenamiento,
pero el premio me basta y es motivo de orgullo
ser niña de sus ojos, y aun pródigo hijo suyo;
sea en nuestros corazones su Amor y sentimiento.
Sigamos batallando por gloria al Padre Nuestro
de victoria en victoria y en contra del Siniestro.
GaDe 11/1/2014 Gloria a Dios eternamente, al Su Soplo escritor!
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