Sombras de muerte rondan por mi calle,
mi presencia persiguen y las veo,
acostumbrado a tenerlas como el aire,
las respiro, y al hablarme las reprendo:
-Si acaso me queréis podéis llevarme,
no os fijáis que no os tengo ningún miedo?
- Nos molestan cuando cuentas las verdades.
Deja ya que a cada cual le cuente el cielo.
- Lo siento pero no puedo callarme,
por más que estéis robándome a mi el sueño,
No temo porque yo no soy no soy cobarde,
y tengo de mi parte al que más quiero.
- Acaso tú te crees a Dios tu padre?
- Acaso no, lo sé, y es Verdadero,
e igual creo en Jesús que tú bien sabes
que es quien venció a la muerte y es Eterno.
-Eso son memeces, ignorantes!
Entonces por qué existe el sufrimiento?
- Sencillo, porque tú lo provocaste,
trayendo tu mentira a Eva primero.
- Fue ella que como la primera madre,
por su curiosidad probó alimento,
que ya la habían prohibido poco antes;
por qué tengo la culpa yo de ello?
- Porque ahora muere, y sufre cuando pare.
Y nos diste el pecado, tú, embustero.
GaDe 13/1/2014
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