Permitan que me presente
en esta, su fiesta;
espero no les moleste.
Nada les vengo a pedir,
no les quiero molestar,
sólo quiero estar aquí
observando desde enfrente.
Saben quien soy? Se lo digo:
soy el niño de los pies descalzos,
no les quiero compungir,
no me gustan los zapatos.
Los zapatos hacen ruido
por donde se dan los pasos,
y se conoce a la gente.
Yo prefiero ir callado,
silencioso como ausente.
Me he enterado de su fiesta,
y a mí me gusta la orquesta,
su música es sugerente
y me gusta que la gente
la entienda en su exclamación.
Cierren los ojos y escuchen,
esta es mi interpretación:
En el violín..., oigo el llanto;
el piano es el misterio
y en otros toques, encanto;
la trompeta, el saxofón
son quejas, sólo eso son;
el clarinete, el embrujo;
y el tambor, un duro golpe,
ya saben, repercusión,
y el repique su advertencia,
o todas las menudencias
hasta ese golpe en cuestión.
La guitarra es la alegría,
la pasión de España, es vida;
el violonchelo, el llorón,
y la viola, la congoja..
No se me duerman, no...
y abran los ojos!
Permítanme que tome asiento,
porque ya empieza el concierto,
y porque el del arpa soy yo.
GaDe 02/01/14
No hay comentarios:
Publicar un comentario