Tus ventanas del alma, ojos azules,
a los cuales me asomo a la mañana,
contemplando el celeste y claro cielo
mientras que tú me observas pero callas.
Jamás logré olvidar ese irisado
punteo de colores, tu mirada;
jamás podré plasmar en sentimientos,
el aura en que me envuelves y me atrapas.
Por qué te amé a tal punto sin pensarlo?
Por qué te idealicé y lo sigo haciendo?
Por qué si ya no estás te sigo amando?
GaDe 13/1/2014 a quién sino a ti siendo mujer, Ilona?
No hay comentarios:
Publicar un comentario