viernes, 3 de enero de 2014

Déjame ya!

Mírame en silencio y no digas nada;
recorreré tus labios con mis dedos;
me vestiré de luz con tu mirada;
y rozaré tu frente con mis besos.


Confieso que soñé que eras mi amada,
aun antes de empezar a conocernos,
pues ya me enamoré de esa, tu alma,
nos presentaron antes en mis sueños.

Por fin juntos los dos..., nuestra morada:
adoquines de pétalos el suelo,
bajo el púrpura y oro de esas mantas,
mis caricias esperan ya tu cuerpo.

Bésame, cosquillea mis pestañas;
ahora yo, déjame comerte el cuello;
y vayamos a sentarnos a la cama.
Ay!, déjame arrullarte entre tus senos.

No se rompa la magia del momento,
Ahora, déjate hacer mi linda esposa:
deja que libe yo tu húmeda rosa,
con mi cuidado, siente el aleteo,
no te retuerzas, no..., vuelo más alto.
Ahora sí, háblame, siénteme, cielo.
GaDe 3/1/14

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