Por qué no?

Por qué no hacer la vida más difícil?
Por qué no compartir el desaliento?
Por qué no discutir todos los días?
Por qué no ocultar más nuestro contento?
Por qué no hacer de la traición doctrina?
Por qué no luchar más por el dinero?
Por qué no disfrazar las emociones?
Por qué no descansar sin merecerlo?
Por qué no defender los ideales?
Por qué no velar más los sentimientos?
Por qué no conformarnos siendo iguales?
Por qué no jugar más al aislamiento?
Por qué no ser un poco más hipócritas?
Por qué no amistades por convenio? 
Por qué  no atajar menos el hambre?
Y por qué no hay más niños en las calles?
Pues todo esto el mundo se pregunta:
Y está diciendo: Vale!, 
en nuestros tiempos.
GaDe 13/11/2013