Aún más fuerte después de otra herida

Otra herida más en mi costado,
ahora dadme vinagre,
y sortead mis ropas,
yo la tengo por una ilusión,
mi Jesús la tuvo con su muerte
por ver a este mundo de tal suerte,
que como cordero, fuera Él crucificado.
Yo no dirás mi Padre Bueno,
que no sigo sus pasos
porque también el mundo me está crucificando.
Claro, de forma incomparable,
pero al igual, salvando mis errores,
que él no tuvo,
Yo también descanso entre tus brazos, y no te voy a clamar como ya hice otras veces:
Por qué me has abandonado?
Lo primero, por no ser Jesús
y Él sufrió esa dura prueba
y fue lógica pregunta; y lo segundo, porque si lo haces conmigo,
Yo me lo habré buscado!
Perdona por mi ira ante el baile de la hija de Herodias!
Como tú hijo que soy y también siendo yo Juan, ya lo tenías preparado !
Gloria a Dios eternamente!
GaDe 24/11/2013 doblemente y profético