Seguidilla
Cuando Llega la noche
para el insomne
dirigirse a la cama
no es ningún goce.
Pesar y vueltas...
y que pase ese tiempo
es lo que espera.
Que será la conciencia
que te castiga
y pensando en los yerros
fraguando giran.
Giran al fuego
y son como las torturas
al pensamiento.
Del hombre que es un falso
no esperes nada
sino sólo mentiras
que hasta a él engañan.
No es nada raro,
es condición humana
que le hace malo.
La mujer que traiciona
a su marido,
lo coge por costumbre
y lo hace un vicio.
Es una pena,
porque no es más dichosa,
es sólo hiedra....
Ay, venenosa!
GaDe 30/7/2014
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juanfrancmadrid@hotmail.com
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