Noche que sesgas mi noche
Noche que sesgas mi noche
y quebrantas mi silencio;
muerdes serpiente y te vas,
dejando en mí tu veneno.
Cuantos minutos y horas,
se hacen conmigo los viejos,
y mi cabeza divaga,
y el llanto llena mis cuencos.
Si estoy sufriendo de insomne,
en qué aprovecho ese tiempo,
si ni leer desganado
me apetece aunque lo interfirió.
No miro ni las estrellas
ni el albo y claro lucero,
que se maquilla con sombras,
porque es de noche su encuentro.
Qué recurro a las pastillas,
si no el doctor halla acierto;
tisanas de valeriana?,
no sirven ni de placebo.
Pero cuando llegue el alba
mi cuerpo se doble en peso,
y parece de mercurio
la sangre que llevan dentro.
Dónde fuiste tú, mi niña,
que acariñaba tu cuerpo
y era al tiempo dichoso
del ese raso tan selecto?
Te has marchado y mi tranquilo,
mi cuerpo yace en el lecho,
y no me doy ni a mujeres,
contigo he cogido miedo.
A ver si Dios que es clemente
hasta el infinito inmenso
me tapa bajo sus alas
o me lleva hasta tu pecho.
Ya no quiero estar aquí,
me lo dice el pensamiento;
que llegue pronto mi fin
para decirte: te quiero.
Por qué te fuiste sin mí
princesa si era mi cuento;
yo tenía para ti...
aun palacio de amor hecho.
Dios no comete un error,
fuimos nosotros comprendo
jamás comprendí esto yo
pero es así y yo lo expreso.
Pero así es como pasó;
ya no sé encuentra remedio;
al menos le pido a Dios
que estés allí en el reencuentro.
Ilona, te amo, Ilona,
por siempre, cuenta con ello,
Ilona te quiero Ilona,
y fuimos dos los que murieron.
GaDe 25/7/2014 a I T W
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