domingo, 13 de julio de 2014

Qué mal se mide

Qué mal se mide

Un sucio corazón has de limpiarlo,
pues lleva podredumbre al pensamiento,
y buena voluntad es hoja al viento
que vuela sin que puedas remediarlo.

Se puede estar podrido sin notarlo?
Pues no!, así y sin más discernimiento,
pues la putrefacción hiede al momento,
al punto de llegar a no aguantarlo.

Pero cuando el remedio es el perdón
se cree debilidad del que lo pide;
mas sólo es vanidad del corazón.

Por desgracia es aquí donde reside
esa torpe y terrible deducción;
mas sucio el corazón, qué mal se mide.

GaDe 13/7/2014 una basura borrador.
Si me da la gana de aquí saldrá algo.
No me incito ni me invito a seguir "esto"

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