Hasta las cinco de la mañana, qué locura!;
por lo tanto en dieciséis yo me despido,
pues por tiempo tomo dieta de dulzuras
que agradezco en toda muestra de cariño.
Que perdone más de una por hacerme
un poquito de don Juan, tal vez cretino,
pues me meto en este medio y al crecerme,
soy tal cual ese altanero de mi escrito.
Se me va el santo al cielo y, por un tiempo,
yo les digo que no sé ni qué les digo:
a las guapas porque guapas: "que las quiero",
a las otras por amor mil sinsentidos.
No de más está decir: si quiero vuelvo;
y que nadie se me enfade yo les pido;
esta vez por su perdón sólo pretendo,
pues aún queda un poco de ambos: me despido.
GaDe 11/5/2014 a las madres Felicidades! Aunque es mediocre, rápido y espontáneo (un mucho de todo...).
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