Cual arrullo de un susurro maternal...,
tú llegaste así a mi vida, sí, mi Ilona,
descubriste más en mí por tu persona
que yo nunca, porque nunca vi algo igual.
Hoy te lloro por el metro, y es normal,
porque así es como te siento, y triste entona
todo aquello en tu recuerdo que cuestiona a
mi persona por descuido espiritual.
Cómo fuiste tanto en mí y sólo dejaste
una sombra en difumino de tu amor!;
no sabías que te amaba? no pensaste?
Hoy soy yo el que está sufriendo tu dolor
y no puedo retornar lo que llevaste;
mas allí donde tú estés...: Dios dé candor!
GaDe 3/5/2014 a ti, polaca mía.
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