El jugador
Hoy vivo de tu cuerpo encadenado,
cual reo de tus besos y caricias,
más creo que mi límite he colmado.
Tan ciego y preso soy de tus delicias,
que viven siempre en mí, mas me desdeñas
las cosas que te pido y son propicias?
Por qué juegas así y en mi te empeñas
en que cele a tu sombra y compañía?
Acaso eso pretendes?; dame señas!
Si sólo encuentras grata mi alegría,
no me hagas padecer tu luz y ocaso;
que sólo afrontaré la pena mía.
Mas si soy diversión, cual un payaso,
que te hace a ti feliz por mil razones;
no rías porque soy todo un fracaso.
Si acaso me rechazas, no pregones,
este amor rechazado y sin respuesta;
pues de tanto jugar con corazones,
al fin fui perdedor en esa apuesta.
GaDe 25/6/2014
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