Dime mamá!
No te asustes, mira niña,
escúchame entre mis brazos.
Eso que ves no es mentira,
este mundo está cambiando;
ni siquiera hay uno solo,
son tres, dependiendo el rango:
unos cuentan como perros,
son delgados como galgos,
se les llama tercer mundo,
son el censo silenciado;
otros tantos, son los muchos,
ya son perros san bernardos
(la clase media global
de pobres enmascarados);
y después, vamos nosotros,
sus amos, los ciudadanos:
primer mundo occidental,
y oriente subiendo al carro.
Es una vergüenza?, sí!,
pero están acostumbrados.
Sólo se encuentra codicia
y envidia en el ser humano.
Ya no existe un compromiso
que se entienda algo sagrado.
Los adultos sólo miran
el dinero, están cegados;
los ancianos no se aguantan
entre ellos como antaño;
ni los niños sois ya niños
sino viejos resabiados.
Los valores, la justicia, ...
ya son conceptos viciados,
nadie hace nada, hay desidia
para poder remediarlo.
Quédate tranquila niña,
que podremos hacer algo!
-No des rodeos mamá.
No me vayas a engañar!
Es papá?, nos ha dejado?
GaDe 7/2/2014
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