-decía un hombre sin techo-
Y se le acercó a animarle
otro que estaba pidiendo:
-Vamos venga anímate!
-Qué fácil es decir eso!
Tú siempre tienes bocado
y lo compartes por bueno.
-Qué sandez me estás contando?
-Pues la que me estás oyendo.
Que cuando te veo a ti,
me alegro al punto que tiemblo.
Es como si me creyera
que el ser humano aun es bueno.
-Qué curioso lo que dices:
pues soy tu ángel del cielo.
-Entonces no eres humano?
Que te conteste tu techo.
-Pero no irás a dejarme!
-Tranquilo que aun queda tiempo.
-Perdona: cómo te llamas?
-En tu carnet está puesto.
GaDe 21/2/2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario