De entre esos malos que abusan
Mediocres de medio pelo
ponen tropiezo en mi vida;
¡Qué suerte que la venganza
es de Dios!; no es cosa mía.
De hacer justicia mi mano...,
otro gallo cantaría;
pero es cosa del Señor,
y me aplicó Su doctrina.
Y si de algo estoy seguro,
es de Justicia Divina;
y no quiero ver tus llantos,
pues me cansan las mentiras...
Esto le va dedicado
a aquél que no ve o no mira,
cual ciego de Jericó;
yo oro por ti: Dios me obliga.
Ten cuidado, pues te ensalzas...;
y al que se ensalza, se humilla;
porque Justo es el Dios vivo,
y antes o después, castiga.
Yo, mientras tanto, me espero;
y es tu desgracia vecina
para llamar a tu puerta,
y darte tu medicina.
GaDe 18/1/2015
a ti, lobo rapaz.De entre A t, lobo raazz
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