A Mirabela, galleta
Hoy hablando a Mirabela,
yo llegué a la conclusión,
que ahora escribo con cautela,
no de pie a la confusión:
A la mujer le es adorno,
y hasta la queda bonito,
su carita de bochorno,
por falta de cerebrito:
"Es la mujer como el cerdo";
que gusta hasta en sus andares;
yo pienso en ellas y pierdo
mi agudeza en sus lugares.
¡Ay, Mirabela, galleta!
¡Qué suerte del comensal
que se pone servilleta,
y te muerde en el costal!
GaDe 21/12/2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario