¡Oh boca, no seas desagradecida!
¡evangeliza a toda hora
hasta que llegue mi partida!;
que el alma sea luz, alma sonora...
¡Habla de Dios o queda muda!
¡Reconoce que el Señor es quien me ayuda!
Di que es vida para Vida;
y aprender lo que es el dar
hasta sanar por fin la herida;
espíritu de mí, tú estate atento...;
busca a Dios y arrebátale el ungüento:
llamado el Cristo,
Príncipe de Paz, el que Es... Dios Fuerte,
aquel que dio Su vida y fue en Su muerte;
la única Luz todo momento,
la Luz profunda;
que ya nacida en ti, todo lo inunda;
ya miro al Cielo, agradecido...,
y si es con ojo virtuoso...;
no he de callar ni en mi reposo.
GaDe 27/1/2015 agradecido
GaDe 27/1/2015
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