martes, 30 de diciembre de 2014

Ya sabes

Ya sabes

Ningún predicador es maravilla,
es instrumento y fuera,
y ya, a la orilla...
¿Salvado o no salvado...?
He aquí la Gran Cuestión:
¿En Su Amor...; nuestro pecado...?
¿Es el hombre por su obra convencido... convertido, rescatado...?
¿Es de éste, o es de aquél...?
¿Es la obra de un pastor lengua oropel...?
¿Es esfuerzo acumulado...?
¿Es flagelo, es caridad...?
¿Te lo has ganado...?
¿Es bondad, son intenciones...
o es innato a fuego ya en los corazones?
Esto último quebranta...,
(voto a Dios que ésto me espanta)

¡Somos salvados por Él!,
sólo por Él,
solo por Él...,
y porque Él ama Su nombre;
no es por mérito de nadie,
y que nadie se me asombre.
¡Eres polvo! ¡si es más puro sucio el aire!...
El Señor es quien convierte,
y es Su Obra dando vida al que está inerte;
y sólo es Él el que Se ofrece...;
no eres tú por justo pago
¿o quién merece...?;
es un precio ya acordado
a tres bandas y en el cielo bien sellado...:
Él es quien limpiará toda mancilla.
¡Gloria a Dios que Él nos humilla!
¿Si no en dónde la limpieza?
¿en tus gestos de soberbia o de simpleza?
Él es Bueno... Él es Santo...
Es Amor, Él Es Poder...,
Es el Padre y por amor no te quiere a ti perder;
Es la Lágrima, Es el Llanto...,
y Es el Hijo que de pena también llora,
y El Espíritu de Dios que a Dios implora.
Podrás ver que jamás es todo el Padre,
o jamás es todo el Hijo...,
ni el Espíritu que es Santo y tan prolijo
y que aparte también arde,
no: Esa Obra Salvadora
es de Uno, que Es en tres;
si escudriñas..., si Él lo quiere...
lo verás pues fácil es:
El Padre, Dios, es Dios de amor,
y así manda a rescatar al pecador:
generalmente un cretino,
sin más vistas que el infierno en su camino;
y es así en Misericordia
que nos manda al Redentor
a este mundo de discordia,
y Su Hijo, que Es Jesús, el Salvador,
da Su vida en el madero, en Su dolor;
y es Su Sangre la que corre;
por la tuya y por la mía...;
¡vive Dios... y muere el hombre!,
y después resucitado,
en victoria ya es al Trono levantado;
mas en Él no acaba todo,
pues el manda Al que consuelay va a Su modo,
y purifica... y santifica,
y nos da vida en verdad,
por vivir ya en una cierta libertad.
Y es entonces tan así...
que el prosigue convirtiendo al infeliz.
Mas Él mira; acércate,
arrepentido de pecado
pues ya sabes que Él te lee.

GaDe 30/12/2014 uno de los rescatados

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