Silvestre margarita
Siento pena ya al mirarme en el espejo,
observando que mi vida se marchita
como lo hace una silvestre margarita,
pues me seco por igual, ya me hago viejo.
¿Dónde fue mi juventud?, ¿y su reflejo?...
¿Qué pasó que se pasó cual tren que pita
sin parar en la estación la florecita?...
¿En su olvido me olvidé?... Yo estoy perplejo.
Dicen muchos que la vida es como un sueño,
y es sabido que es fugaz, mas no es ligera,
es un yugo en el arado de la tierra;
pero a poco que descanses del empeño,
tú recoges la cosecha que te espera:
libertad para vivir, o lo que aterra.
GaDe 11/4/2016
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